sábado, 3 de enero de 2015

Mar de soledad

Veo que extraño su sonrisa en cada paso que doy, que su mano ya no está, siento que ya no hay bote salvavidas ni espanta tiburones, ya no tengo soporte. Y aunque  sigo teniendo mucha gente al rededor, me siento sola, siento que las palabras de animo están vacías, siento que quiero quedarme con mis problemas, quiero que vengan como pesadillas a leerme, aunque sea un mal cuento. Me encuentro haciendo tonterías, esperando que alguien se de cuenta, fingiendo sonrisas y llorando a escondidas. Pero nadie lo nota, nadie nota la sombra de soledad en mis ojos ni la tristeza de mi sonrisa. Nadie se da cuenta de que me estoy destruyendo, me estoy derrumbando por dentro. O quizás, puede que si se den cuenta y no les importe.
Solo sé a ciencia cierta, que tú eras mi guía, mi espanta pesadillas, mi luz en la oscuridad, mi camino de ladrillos de oro, mi Pepito grillo, la primera sonrisa en la mañana y mi última cada noche. Y ahora ya no estás, tus  mensajes de ánimo vienen a mi mente, atacando mi corazón que poco a poco se hace trizas.
Ya  no estoy segura de si este barco aguantará o si por otro lado quizás haya empezado a naufragar,  me pregunto si alguien habrá hecho un mapa sobre los mares de la soledad.

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