Hace mucho que descubrí que en el fondo del mar, hace tiempo que la Sirenita dejó de vivir, que papá y mamá no me podían proteger de todo, que el mundo de ''Nunca Jamás'' quedaba demasiado lejos como para ir lo a visitar, que las heridas del corazón duelen más que las heridas de las rodillas, entendí, que por muy mal que lo pasara no habría hada madrina, ni hechizo que a las doce desapareciese. Comprendí que no se madura con los años sino con los daños y que, los errores, están permitidos, porque de ellos se aprende, por ejemplo: tú eres uno de ellos.
4 comentarios:
crecer duele...pero es necesario...besos!
Jajaja gracias eres un cielo :))
Un texto precioso, me encanta, y es que crecer es dejar de creer en esos cuento de princesas.
Un beso
:)
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