Muchas veces pienso que soy una princesa, una de las que están encerradas en su torre, una que ningún príncipe viene a salvar. Veo el mundo por una ventana, soy consciente de todo lo que ocurre pero no soy capaz de disfrutarlo.
La verdad que siempre vivía con optimismo, pensando que mañana sería un día total mente diferente, que todo cambiaría, aunque a medida que pasaba el tiempo llegué a comprender que nada cambia si no haces nada para remediarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario